La enfermedad es vascular y parenquimática y desarrolla una amplia gama de síntomas que pueden variar según las diferentes prácticas culturales. Las condiciones óptimas para su desarrollo son con temperaturas de 18 - 24ºC y humedad relativa por encima del 80%.

En las hojas aparecen pequeñas áreas de tejido internervial que se hacen hidropónicas y de un verde opaco, luego se desecan y toman una coloración parda clara. Finalmente toman aspecto que de quemadura y las plantas pueden llegar a marchitarse. En el tallo se observa una decoloración que va desde amarillo pajizo a pardo aún presentando buen estado en las raíces. En el fruto se bservan podredumbres blandas internas que pueden contener la bacteria tanto en semillas como en los tejidos de la zona afectada.