La plaga del topillo tuvo una importante repercusión en los medios en el año 2007, especialmente en la comunidad autónoma de Castilla y León por el gran crecimiento exponencial que tuvo la población y los graves daños en los cultivos que se generaron en las parcelas afectadas, estimándose para el sector agrario pérdidas económicas de millones de euros.

En la actualidad, en España la plaga del topillo continúa teniendo especial incidencia en Castilla y León, en la campaña 2019 en provincias como Palencia, Burgos, Valladolid o Zamora se vieron afectadas por la plaga un 20% de las parcelas agrícolas. Además, en otras comunidades limítrofes como Navarra, se aprecia la misma tendencia expansiva.

En Aragón, a día de hoy no se tiene constancia de altos niveles de presencia de topillo, pero ninguna región agrícola en las próximas décadas estará a salvo de no sufrir explosiones demográficas del topillo campesino.

Las aves rapaces de interés para el control biológico del topillo son en cernícalo vulgar, la lechuza y el mochuelo.

El momento indicado para realizar la colocación de las cajas nido es durante el invierno (diciembre-febrero). En este momento las aves van a visualizar y localizar las cajas, para posteriormente colonizarlas previo al momento de puesta (marzo-abril).