Cambio climático

El clima, una constante preocupación para el sector primario / Javier del Valle

Javier del Valle Melendo
 Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza- Universidad de Zaragoza
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El sector primario ha tenido tradicionalmente una dependencia importante del tiempo atmosférico y ha sabido adaptarse a las condiciones climáticas con estrategias variadas entre las que podemos destacar la selección de especies, eligiendo las que mejor se adaptan a las condiciones climáticas, el regadío, que permite aportar agua suplementaria a los cultivos que la necesitan en los periodos de escasez (como puede ser el verano del clima mediterráneo) o la trashumancia, que mediante el desplazamiento de los ganados permite aprovechar los pastos de invierno en los lugares donde abundan gracias a las lluvias de esta estación y a las temperaturas suaves, y los de verano en las zonas más frescas y húmedas durante el estío.

Su evolución ha permitido ir progresivamente disminuyendo esta dependencia, aunque la influencia del tiempo en muchas actividades, especialmente las agrícolas, sigue siendo muy fuerte.

En las últimas décadas se ha incorporado de forma masiva en los medios de comunicación, que han hecho que penetre en la sociedad la teoría del Cambio Climático. La versión oficial difundida por el IPCC defiende que debido a las actividades humanas (quema de combustibles fósiles, ganadería, etc) el nivel de gases de efecto invernadero ha aumentado en la atmósfera (algo que se ha constatado con mediciones) y que como consecuencia de ello la temperatura media del planeta ha subido hasta unos valores no conocidos anteriormente. Es necesario recalcar que se trata de una teoría no demostrada y sobre la que no hay, ni mucho menos consenso científico en la relación directa entre actividad humana y subida de las temperaturas. Tampoco hay acuerdo en cuanto ha subido la temperatura media del planeta, pero la mayoría de los estudios señalan que lo ha hecho en torno a 0.8º en un siglo, algo más en el hemisferio norte y menos (incluso nada) en el hemisferio sur.

Como consecuencia de la asunción generalizada de la teoría del Cambio climático señalada muchos países (incluyendo la Unión Europea) están implementando políticas que afectan al sector primario y al medio rural en general, como sustitución de tierras de cultivo por plantas fotovoltaicas, instalación de aeorgeneradores, limitación de ciertos tipos de ganadería, prohibición de extracción de biomasa de los bosques y riberas de los ríos, etc.

Con frecuencia los temas relacionados con el tiempo y el clima se muestran a la sociedad con un tinte alarmista. Las olas de calor o frío, las sequías o temporales se presentan como eventos extraordinarios, pero una simple investigación histórica demuestra que este tipo de fenómenos han sido enormemente frecuentes con ejemplos de enorme intensidad de todos ellos (especialmente sequías y temporales de lluvia en el clima Mediterráneo) y que no se puede demostrar que en los últimos años su frecuencia o intensidad haya aumentado. También un breve análisis de la evolución histórica del clima muestra que éste ha evolucionado más de lo que se suele pensar, y que ha habido en época reciente periodos de características muy contrastadas. De forma muy resumida podemos señalar el cálido y húmedo de la época romana, que favoreció el esplendor y expansión del imperio, el enfriamiento de los siglos V a IX, el periodo cálido posterior llamado óptimo medieval (con temperaturas superiores a las actuales según se deduce de las crónicas), el enfriamiento que comienza en el siglo XIV, de consecuencias catastróficas para Europa y que se intensifica en el XVI y XVII (pequeña edad del hielo) para dar paso a un progresivo calentamiento durante los siglos XVIII, XIX y XX que continúa en la actualidad.

Es muy interesante constatar como el sector primario se ha adaptado a todos estos cambios. Por ejemplo, podemos señalar la expansión del cultivo de cereales durante la época romana, el esplendor de la Mesta en Castilla durante el óptimo medieval aprovechando el clima templado y lluvioso, la crisis posterior debido al enfriamiento del XVI o la expansión de los cítricos en levante durante el XVIII debido al ascenso térmico.

A nuestro juicio las políticas que debilitan al sector primario basadas en la teoría oficial del Cambio climático son peligrosas y someten a muchas actividades a una fuerte presión de adaptación forzosa además de poder disminuir la soberanía alimentaria de algunos países que pueden disminuir sus producciones de ciertos productos viéndose obligados a importarlos de otros Estados que no siempre tienen las mismas garantías de calidad. La transición energética hacia un sistema menos emisor de gases de efecto invernadero es conveniente, pero ha de ser muy reflexionada para que no dañe al sector primario ni sustituya los impactos ambientales y la dependencia exterior del sistema actual por otros que pueden ser tan graves o peores que los actuales, como el elevado consumo de algunos recursos naturales (litio, tierras raras, etc) y la consiguiente dependencia de los escasos países productores de los mismos.

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