Artículo Porcino Sostenibilidad * Cereales de invierno Cebada Trigo * Fertilización Abonos orgánicos Gestión de residuos Informaciones técnicas
Autores: IGUÁCEL SOTERAS, F., YAGÜE CARRASCO, M.R., BETRÁN ASO, J., ORÚS PUEYO, F.
Publicación: Informaciones Técnicas del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón. Nº 226
Fuente: citaREA
Año de publicación: 2011
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Tags: fertilización , cereal de invierno , ensayos , purines , abonos orgánicos
Ensayos de fertilización con purín porcino, en cereales de invierno de secano
Los ensayos se han realizado en Azanuy (Huesca), en laboreo tradicional y Farasdués (Zaragoza), en siembra directa (2003-2008).
El estudio de esta fertilización orgánica en los cereales de invierno tenía, y tiene hoy en día, su justificación, de una parte, por el gran peso que tiene el conjunto de los cereales (incluido el maíz) en nuestra Comunidad en el consumo de fertilizante nitrogenado, con casi un 62% del total, y una gran superficie de cultivo, repartida por todo el territorio, y por otra, la importancia del sector porcino en Aragón, con 5,5 millones de plazas (91%, en explotaciones de cebo) que generan unos 8,3 millones de metros cúbicos de purín (2008-2009), y que contienen del orden de las 46.000 toneladas de N.
Con esta información, se recoge una visión global de los resultados obtenidos durante seis años del ensayo, justificando la posibilidad clara de sustituir una parte importante de la fertilización mineral por aplicaciones de purín porcino, con más de una estrategia (aplicaciones ajustadas anuales o vislumbrando las posibilidades de aplicación cada dos años, etc.). Temas más específicos y con mayor profundidad, serán publicados en posteriores trabajos.
La primera impresión que podríamos plantear, sería el hecho de que en la mayoría de nuestros secanos áridos y semiáridos, la escasa o muy justa pluviometría en el periodo de siembra de los cereales de invierno (de septiembre a enero, o septiembre-febrero), hace poco probable el lavado de la capa (arable u ocupada por las raíces) del suelo, y en consecuencia el aprovechamiento de los purines aplicados en fondo (otoño) se acercaría más a la teoría de Pratt que a la europea. E igualmente, que sea más probable un efecto residual del N para los años siguientes, pues tampoco en el resto del año, fuera del ciclo del cereal (junio-agosto), se producen condiciones habituales para el lavado o lixiviado del mismo.
Para aplicar las dosis de purín ajustadas a las necesidades del cultivo, es necesario conocer el contenido de nitrógeno del purín porcino, para ello deberíamos utilizar métodos rápidos de campo.
En las condiciones de los ensayos reseñados, se constata que las prácticas de fertilización mineral dejan mayor cantidad de nitrato en el suelo que las aplicaciones de purín ajustadas a las necesidades del cultivo. De cualquier manera, no habrá que olvidar nunca, las distintas características de los suelos (más o menos permeables), la situación de partida de abundancia o escasez de nutrientes y materia orgánica en cada uno de ellos, las condiciones meteorológicas (pluviometría) de la zona que como se ha constatado en los distintos ensayos tiene gran incidencia en el comportamiento del fertilizante.
La aplicación de dosis de purín ajustadas a las condiciones climáticas y a las características del suelo, pueden superar al abonado únicamente mineral en rentabilidad y en la gestión de los nutrientes.