Reducir los desperdicios alimentarios y revalorizar la renta agraria de modo sostenible, son los dos objetivos que se ha planteado el Centro Tecnológico AINIA a través del proyecto FOODCOLLECT que está desarrollando un robot recolector capaz de recoger y almacenar la fruta caída al suelo de la parcela.

Este equipo robótico autónomo detecta la fruta basado en tecnologías fotónicas de visión 3D y visión artificial, combinadas con inteligencia artificial e incorporadas a un vehículo móvil que es capaz de guiarse por el cultivo mediante GPS y que mediante un brazo robótico le permite recoger la fruta del suelo.

El autómata permitiría dar un valor añadido tanto al sector primario de las explotaciones agrícolas como al secundario de la transformación de las materias primas e incluso al terciario que desarrollaría estos equipos y servicios destinados a las exlotaciones agrícolas. Aunque el proyecto se está desarrollando en Valencia, con un amplio apoyo del sector hortofurtícola de la zona, su objetivo es poder traspasar fronteras y una vez validado poder exportarlo a todo el territorio.