Artículo RICA. Transformación

Autores: DÍEZ, C., MARTÍNEZ, M.

Publicación: Cuaderno de campo, ISSN 1137-2095, Nº 69, 2023, págs. 20-25

Fuente: UNIRIOJA

Año de publicación: 2023

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Quesos que saben a teta

Las queserías Roca de Cabra, en Ortigosa de Cameros, y Valle del Ciloria, en Zorraquín, cuentan con ganadería propia de caprino y vacuno, respectivamente, para la elaboración de productos lácteos artesanales y con un fuerte vínculo territorial.

Son queserías de kilómetro cero, en sentido literal. Elaboran productos lácteos a escasos metros de donde ordeñan los animales, que se alimentan principalmente de los pastos y flora del entorno, y que venden en muy alto porcentaje en la puerta de casa.

El sabor de la hierba fresca de los prados de Zorraquín, cuajada de dientes de león en primavera y acampanillada de rocío cuando se meten las nieblas en invierno, confiere un carácter único a los quesos de Valle del Ciloria elaborados con la leche de una docena de vacas de la familia Capellán. En Ortigosa de Cameros, los quesos de Roca de Cabra anuncian en su nombre el carácter agreste de una sierra adornada de tomillos, aulagas y enebros donde pastan las cabras y con multitud de mohos y levaduras que dejan su impronta en esta quesería gestionada con energías renovables y agua de lluvia en plena naturaleza por la pareja integrada por Alicia Fernández y Matías Mogilner.

Son quesos artesanales y únicos —en ningún otro sitio serían igual— que expresan los sabores de un territorio, el cuidado de los animales y también la memoria de quienes los hacen.

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